Si tienes asignaturas
pendientes para septiembre, el tutor le ha
entregado a tus padres orientaciones sobre lo que tienes que hacer (estudios,
tareas, trabajos, repasos…) en cada materia no superada. Lee detenidamente esas
indicaciones. Estos consejos pueden
ayudarte a aprovechar mejor tus sesiones de estudio en verano.
¿Cuándo estudiar?
Elige
una hora para empezar a estudiar y respétala. Se rinde más estudiando por la
mañana, tras el desayuno. Trata de
empezar a las 9 o las 10 (no más tarde). El tiempo que
debes dedicar dependerá de las materias que tienes pendientes (al menos dos
horas diarias). Respeta las horas de sueño y no te acuestes muy tarde.
Organiza tu tiempo. Hazte un horario realista… y
cúmplelo.
No
se trata de estudiar un día muchas horas y otro día apenas nada. No hay que
quemarse, pero tampoco quedarse cortos… Debes compensar los esfuerzos y tratar
de marcarte una rutina. Reserva un tiempo para cada materia. Prueba el horario
una semana y corrige a la siguiente lo que no funcione. Lo mejor es que
escribas el plan y el horario que te hayas
marcado y lo tengas a la vista en tu cuarto para consultarlo.
Elige un lugar de estudio tranquilo y cómodo.
Preferiblemente
un sitio fijo: tu habitación, el salón de tu casa, una biblioteca… El
lugar debe ser tranquilo, sin ruidos y con suficiente ventilación para no pasar
calor. Ponte cómodo para estudiar, con ropa ligera, postura relajada y con
buena luz.
Ten a mano todo el material.
Para centrarte bien en los estudios y no
levantarte continuamente a buscar o coger libros, cuadernos y apuntes, ten a mano todo lo que necesitas preparándolo
el día anterior. No tengas el ordenador conectado, a no ser que lo necesites
para estudiar. Si es así, apágalo inmediatamente después de usarlo.
Evita las distracciones.
En
tu mesa o en tu lugar de estudio no debes tener nada que te distraiga. Si es
preciso, sácalas de tu cuarto. Evita tener a mano el móvil, el mando de la
tele, la consola… No estudies con música ni con la radio puesta. Respeta el tiempo de estudio. Diles a tu familia
y amigos que no te interrumpan mientras estudias y trabajas.
Sigue una rutina en las sesiones de estudio.
Empieza a trabajar por
las áreas o temas que consideres de dificultad media, sigue con lo más difícil
y acaba con lo más fácil. Comienza con un vistazo general de los temas para
tener una idea de lo que tienes que estudiar. Puedes
parar un ratito cada hora (5 minutos) para beber agua, estirar las piernas o
despejarte un poco. Si haces pausas muy
prolongadas, perderás la concentración y no aprovechas el tiempo.
Repasa todos los días.
Al
acabar la sesión de estudio, dedica cada día 15 o 20 minutos a repasar todo lo
que has visto, a tratar de recordar lo estudiado, a volver a leer lo que no que
quedó claro… De esta manera iremos preparando el camino para que cuando se acerquen los exámenes, podamos
dedicarnos a dar el repaso final y a memorizar.
… y disfruta también del verano.
Si
te organizas bien hay a tiempo para todo. Podrás tener la tarde entera o los
fines de semana para disfrutar de las vacaciones. Piensa en los exámenes de
septiembre como una nueva oportunidad para mejorar tus resultados. ¡Mucho
ánimo!
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