miércoles, 7 de noviembre de 2012

ENSEÑAR A ESTUDIAR A NUESTROS HIJOS

Durante el presente curso vamos tratar el tema de las Técnicas de estudios y cómo enseñar diferentes estrategias para que nuestros hijos mejoren sus resultados. Transcribimos aquí un articulo que nos parece que refleja muy bien de lo que queremos hablar y que nos servirá como INTRODUCCIÓN a las diferentes entradas del blog y los Tinteros que vamos a editar este curso.
Por tanto, os animamos a que lo leáis,y compartáis con nosotros vuestras opiniones y sugerencias.

 ¿Quién ha enseñado a estudiar a nuestro hijo? En la escuela se enseña a leer a los niños, a escribir, matemáticas, historia, etc., pero ¿quién le ha explicado cómo afrontar toda esa información, cómo hacerla suya, cómo asimilarla e integrarla en su conocimiento para poder hacer una correcta exposición en un examen o utilizarla en su vida cotidiana?
Podemos decir que, por falta de conocimiento, cada estudiante “hace lo que puede”. Los menos, ya sea por intuición o una correcta orientación, consiguen encontrar una manera adecuada de estudiar: aquella que les permite conseguir sus metas. Sin embargo, la mayoría de ellos se sienten perdidos, desorientados, sin saber qué hacer.
Esto puede dar lugar a diversidad de situaciones:
- estudiantes que cada vez dedican más tiempo al estudio pero que no ven reflejado su esfuerzo en los resultados
- estudiantes que se sienten desmotivados hacia el estudio
- estudiantes que presentan problemas de concentración
- aparición de ansiedad ante el estudio
- bloqueos en los exámenes
- alumnos que abandonan porque se sienten indefensos ante las dificultades.
En estos casos, nos encontramos ante ciclos negativos del estudio.

Qué son las técnicas de estudio

Tradicionalmente se ha pensado que el estudio depende exclusivamente del cociente intelectual de la persona y del número de horas dedicadas al mismo, independientemente de la metodología. Sin embargo, esto no siempre se corresponde con la realidad: habitualmente nos encontramos con alumnos con un historial brillante y que no parecen estudiar mucho; otros, en cambio, dedican muchas horas y no obtienen los mismos resultados; también hay estudiantes con un cociente intelectual alto pero con bajos resultados y vicerversa.
La respuesta está en la metodología de trabajo, es decir, en las diferentes maneras de tratar la información por parte de los estudiantes; en definitiva, en las técnicas de estudio El estudiante necesita de herramientas en su estudio para obtener el máximo partido de sus capacidades con el mínimo esfuerzo.
Dichas herramientas intelectuales aseguran que el estudio se realice de forma adecuada, mejorando el rendimiento y los resultados. Como consecuencia, aumentará su autoestima, se enfrentará al estudio con una actitud positiva, con confianza en su propio esfuerzo y desarrollará el gusto por el aprendizaje. Gracias al uso de técnicas de estudio, el ciclo negativo se transformará en un ciclo de estudio eficaz.

Estudiantes con buena estrategia de aprendizaje

Si retrocedemos a nuestra época de estudiantes, es fácil que recordemos a algún compañero (o nosotros mismos) que, sin apenas estudiar, sacaba muy buenas notas. Esa aparente facilidad popularmente ha sido atribuida a la inteligencia: “...Es que es tan inteligente que sin hacer nada saca un sobresaliente”.
Sin embargo, esto no es realmente así. Lo que sucede es que este tipo de estudiantes tienen bien organizada la información en la cabeza porque realizan un correcto proceso de estudio. Son los alumnos estratégicos. El alumno estratégico, a diferencia del alumno que aprende por repetición, se conoce a sí mismo como aprendiz y planifica, regula y evalúa su propio proceso de aprendizaje, lo que le lleva tanto a aprender significativamente el contenido que estudia como a aprender a aprender.
Digamos que el alumno a la hora de incorporar nueva información, de cualquier tipo, puede hacerlo de manera accidental por ensayo y error, es decir, de manera mecánica y sin comprenderla (alumno “empollón”) o relacionándola con lo que ya sabe de una manera intencional y contextual, utilizando estrategias de aprendizaje, es decir, un aprendizaje significativo, que construye conocimiento y le prepara mejor para adquirir otros tipos de información.
Para ayudar a nuestro hijo a adquirir un ciclo positivo de estudio y, por tanto, a ser un estudiante eficaz, será necesario llevar a cabo los siguientes pasos:
1 Conocer cuál es su situación personal y qué factores necesita mejorar.
2 Enseñar y facilitar las técnicas y condiciones adecuadas para el correcto estudio.
3 Ayudar a que nuestro hijo ponga en práctica las nuevas estrategias para que automatice el proceso de estudio eficaz.
Julia Silva García Psicóloga especialista en técnicas de estudio